Cáncer de Testículo
El cáncer de testículo es el cáncer que típicamente se origina en uno o ambos testículos en hombres jóvenes. Es un tipo de cáncer muy tratable y, por lo general, un cáncer curable.
Los testículos (llamados también testes; a un solo testículo se le llama testis) son parte del sistema reproductor masculino. Estos dos órganos, que por lo general son algo más pequeños que una pelota de golf en los varones adultos, se encuentran dentro de una bolsa de piel llamada escroto. El escroto cuelga debajo de la base del pene.
Los testículos producen la hormona masculina llamada testosterona. También producen esperma. El conducto deferente transporta las células espermáticas (o espermatozoides) desde los testículos por las vesículas seminales donde se mezclan con el líquido producido por la glándula prostática. Durante la eyaculación, los espermatozoides, el líquido de la vesícula seminal y el líquido prostático entran en la uretra, el conducto en el centro del pene a través del cual salen del cuerpo la orina y el semen.
Tumores de las células germinales
Más del 90% de los tumores cancerosos del testículo se presentan en
células especiales llamadas células germinales, las cuales producen los
espermatozoides. Hay dos tipos principales de tumores de las células
germinales en los hombres: seminomas y no seminomas. Estos dos tipos ocurren aproximadamente en un número similar de veces..
Algunos cánceres contienen células no seminomas y células seminomas.
Éstos son tratados como no seminomas debido a que crecen y se propagan
como tales.
-Seminomas: Se
originan en las células germinales productoras de esperma de los
testículos. Los dos subtipos principales de estos tumores son los
seminomas clásicos (o típicos) y los seminomas espermatocíticos. Los
médicos pueden diferenciarlos por la apariencia bajo el microscopio.
Seminoma clásico:
más del 95% de los seminomas son típicos. Normalmente éstos se dan en
hombres desde finales de sus 30 hasta inicios de sus 50 años de edad.
Seminoma espermatocítico:
éste tipo de seminoma es poco común y tiende a presentarse en los
hombres de edad avanzada. La edad promedio de los hombres diagnosticados
con seminoma espermatocítico es de aproximadamente 55 años.
-No-seminomas
Este tipo de tumor de células germinales usualmente se presenta en
hombres durante los últimos años de la adolescencia y a principios de
los 40’s. Existen cuatro tipos principales de tumores no seminomas:
- Carcinomas embrionarios: este tipo de tumor no seminoma se presenta hasta cierto grado en alrededor del 40% de los tumores testiculares, aunque los carcinomas embrionarios puros ocurren sólo entre el 3% y el 4% de las veces. Cuando son vistos con un microscopio, estos tumores se parecen al tejido de los embriones que se encuentran en sus primeras etapas de formación. Este tipo de cáncer no seminoma tiende a crecer rápidamente y a propagarse fuera del testículo. El carcinoma embrionario puede aumentar los niveles sanguíneos de una proteína del marcador tumoral llamada alfafetoproteína (AFP), así como de HCG.
- Carcinoma del saco vitelino: se le llama así debido a que sus células se asemejan al saco vitelino de los embriones humanos en sus primeras etapas de formación. Este cáncer se conoce también con otros nombres entre los que se incluyen tumor del saco vitelino, tumor de los senos endodérmicos, carcinoma embrionario infantil u orquidoblastoma.
- Coriocarcinomas: éste es un tipo de cáncer testicular agresivo de adultos que ocurre en muy pocos casos. Estos tipos de cáncer son propensos a propagarse con rapidez a órganos distantes del cuerpo, incluyendo pulmones, huesos y cerebro. El coriocarcinoma puro por lo general no se presenta en los testículos. Con más frecuencia aparecen células coriocarcinoma con otros tipos de células no seminomas en un tumor de células germinales mixtas. Este tipo de tumor aumenta los niveles sanguíneos de la HCG.
- Teratomas: este tipo de cáncer consiste de tumores de las células germinales con áreas que, al observarse en un microscopio, se asemejan a cada una de las tres capas de un embrión en desarrollo: el endodermo (la capa más profunda), el mesodermo (la capa intermedia) y el ectodermo (la capa exterior). Hay tres tipos principales de estos tumores: teratoma maduro, teratoma inmaduro y teratoma con transformación maligna. Los teratomas puros no aumentan los niveles de AFP o HCG.
- Carcinoma in situ: Los cánceres de las células germinales pueden comenzar como una forma no invasiva de la enfermedad llamada carcinoma in situ (CIS) o neoplasia intratubular de las células germinales. El carcinoma in situ no siempre evoluciona a cáncer invasivo. Los investigadores han estimado que toma alrededor de cinco años para que el carcinoma in situ progrese a la forma invasiva de cáncer de las células germinales.
Resulta difícil encontrar el carcinoma in situ antes de que se haya convertido en cáncer invasivo debido a que generalmente no causa síntomas y a menudo no forma una protuberancia que usted o el médico pueda palpar. La única manera de diagnosticar un carcinoma testicular in situ es mediante una biopsia (un procedimiento que remueve una muestra de tejido para examinarla con un microscopio). Se han reportado casualmente (por accidente) algunos casos en hombres que fueron sometidos a una biopsia de testículo por algún otro motivo, como esterilidad.
Tumores estromales
Los tumores se pueden originar también en los tejidos de soporte y
productores de hormonas o estroma de los testículos. Esos tumores se
conocen como tumores estromales de las gónadas, y corresponden a menos
del 5% de los tumores testiculares en los adultos y hasta un 20% de los
tumores testiculares infantiles. Los dos tipos principales son los
tumores de las células de Leydig y los tumores de las células de
Sertoli.
Tumores de las células de Leydig
Estos tumores son generalmente benignos y se originan de células Leydig
en el testículo que normalmente producen las hormonas sexuales
masculinas (andrógenos, como la testosterona). Los tumores de las
células de Leydig se pueden presentar en adultos (75% de los casos) y en
niños (25% de los casos). Con frecuencia producen andrógenos, pero en
algunos casos producen estrógenos (hormonas sexuales femeninas).
Tumores de las células de Sertoli
Estos tumores ocurren en las células testiculares normales del mismo
nombre, que respaldan y nutren a las células germinales productoras de
esperma. Al igual que los tumores de las células de Leydig, éstos por lo
general son tumores benignos. Sin embargo, si se propagan, usualmente
no responden a la quimioterapia ni a la radioterapia.
Tumores testiculares secundarios
Los tumores testiculares secundarios comienzan en otro órgano y luego
se propagan al testículo. El linfoma es el cáncer testicular secundario
más común. Entre los hombres mayores de 50 años, el linfoma testicular
es más común que los tumores testiculares primarios. Su pronóstico
depende del tipo y la etapa del linfoma. El tratamiento habitual es la
extirpación quirúrgica, seguida de radiación, quimioterapia, o ambas. En
los niños varones que tienen leucemia aguda a veces las células
leucémicas pueden formar un tumor en el testículo.
Los cánceres de
próstata, pulmón, piel (melanoma), riñón y otros órganos también se
pueden propagar a los testículos. El pronóstico para estos tipos de
cáncer por lo general es desfavorable porque usualmente también se
propagan ampliamente a otros órganos. El tratamiento depende del tipo
específico de cáncer.
FACTORES DE RIESGO
Los científicos han descubierto pocos factores de riesgo que aumentan
las probabilidades de que un hombre padezca cáncer de testículo. Incluso
si un hombre tiene uno o más factores de riesgo de esta enfermedad, es
imposible saber con seguridad hasta qué punto esto contribuye al origen
del cáncer.
–Testículo que no descendió: Uno de los factor de riesgo principales para el cáncer testicular es una afección llamada criptorquidia,
o testículo(s) que no ha(n) descendido al escroto. Esto significa que
uno o ambos testículos no bajaron hasta el escroto antes del nacimiento.
Los hombres con criptorquidia son varias veces más propensos a padecer
cáncer de testículo que aquellos cuyos testículos han descendido
normalmente.
Antecedentes familiares
Los antecedentes familiares de cáncer testicular aumentan el riesgo. Si
un hombre tiene la enfermedad, hay un riesgo mayor de que uno o más de
sus hermanos o hijos también la padezcan. Sin embargo, sólo alrededor de
3% de los casos de cáncer testicular ocurren entre familiares. La
mayoría de los hombres con cáncer testicular no tienen antecedentes
familiares de esta enfermedad.
Infección con VIH
Cierta evidencia ha demostrado que los hombres infectados con el virus
de inmunodeficiencia humana (VIH), en especial los que tienen el
síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), tienen un mayor riesgo.
No se ha demostrado que otras infecciones aumenten el riesgo de cáncer
testicular.
Carcinoma in situ
No está claro con cuánta frecuencia el carcinoma in situ (CIS) en los
testículos progresa en cáncer. En algunos casos, el carcinoma in situ se
detecta en hombres que se han sometido a una biopsia testicular para
evaluar fertilidad, o en los que se les ha extirpado un testículo por
criptorquidia. Algunos expertos creen que pudiera ser mejor esperar para
ver si la enfermedad empeora o se convierte en un verdadero cáncer.
Cáncer en el otro testículo
Un historial personal de cáncer testicular es otro factor de riesgo.
Alrededor del 3% o 4% de los hombres que se han curado de cáncer en un
testículo padecerán en un futuro de cáncer en el otro testículo.
Edad
Alrededor de nueve de cada 10 cánceres de testículos se presentan entre
los 20 y 54 años de edad. Sin embargo, este cáncer puede afectar a
varones de cualquier edad, incluyendo niños y ancianos.
Raza y origen étnico
El riesgo del cáncer testicular entre los hombres de raza blanca es
aproximadamente cinco veces mayor que el de los de raza negra y más del
triple que el de los hombres asiático-americanos y los de raza
indioamericana (nativos de la región). El riesgo para los
hispanos/latinos en este país se encuentra entre el de los asiáticos y
los de raza blanca que no son hispanos. Se desconoce la razón de esta
diferencia. En el mundo, el riesgo de desarrollar esta enfermedad es
mayor para los hombres que viven en los Estados Unidos y Europa,
mientras que es menor para los hombres que viven en África y Asia.
Tamaño corporal
Algunos estudios han encontrado que el riesgo de cáncer testicular es
un poco mayor en los hombres de alta estatura, aunque otros estudios no
han demostrado esto.
SEÑALES Y SÍNTOMAS
-En la mayoría de los casos de cáncer testicular, los hombres tienen
una protuberancia en un testículo, o pueden notar alargamiento o
hinchazón testicular. Algunas veces la protuberancia causa dolor, pero
la mayor parte del tiempo no se siente dolor. Los hombres con cáncer
testicular pueden mencionar que tienen una sensación de pesadez o dolor
en la parte baja del abdomen o en el escroto.
-Raras veces, los
hombres con cáncer de las células germinales notan que sus senos duelen o
han crecido. Este síntoma se debe a que ciertos tipos de tumores de las
células germinales segregan altos niveles de una hormona llamada
gonadotropina coriónica humana (HCG, por sus siglas en inglés), que
estimula el crecimiento de las mamas. Los niveles de la gonadotropina
coriónica humana se pueden medir con una prueba de sangre. Estas pruebas
son importantes en el diagnóstico, clasificación por etapas y
seguimiento de algunos tipos de cáncer de testículo.
-Al igual que
los tumores de las células germinales, los tumores de células de Leydig y
los tumores de células de Sertoli también pueden causar una
protuberancia en el testículo. Los tumores de las células de Leydig
pueden producir andrógenos (hormonas sexuales masculinas) o estrógenos
(hormonas sexuales femeninas). Estas hormonas pueden causar síntomas que
indiquen el diagnóstico correcto. El crecimiento de las mamas o pérdida
del apetito sexual conforman un síntoma de los tumores generadores de
estrógenos. Los tumores productores de andrógenos pueden no causar
síntomas específicos en los hombres, pero en los niños pueden causar
crecimiento del vello facial y del cuerpo a una edad anormalmente
temprana.
-Aún en el caso de que el cáncer testicular se haya
propagado a otros órganos, sólo uno de cada cuatro hombres puede
experimentar síntomas. El dolor en la parte más baja de la espalda puede
ser una señal de que el cáncer se ha propagado a los ganglios
linfáticos del abdomen. Si el cáncer se ha propagado a los pulmones, el
hombre puede notar que tiene dificultad para respirar, dolor en el
tórax, o tos. Algunas veces el hombre incluso puede toser sangre.
Ocasionalmente, los hombres pueden presentar dolor abdominal debido al
agrandamiento de los ganglios linfáticos o a metástasis (propagación) al
hígado. En raras ocasiones, el cáncer testicular se propaga al cerebro y
puede causar dolores de cabeza.
-Algunos hombres con cáncer
testicular no presentan síntoma alguno y su cáncer se detecta durante
pruebas médicas para otras enfermedades. A veces, los estudios por
imágenes realizados para determinar la causa de la esterilidad pueden
descubrir un cáncer testicular pequeño.
-Hay ciertas afecciones no
cancerosas, tales como las lesiones o inflamación testicular, que pueden
producir síntomas similares a los del cáncer testicular. La inflamación
de los testículos, conocida como orquitis, puede causar una hinchazón
dolorosa. La epididimitis (inflamación del epidídimo) también puede
causar inflamación y dolor. Ambos pueden ser causados por infecciones
bacterianas o virales. El virus de las paperas causa orquitis en
alrededor de un hombre en cada cinco que contrajo paperas en la adultez.
DETECCIÓN
Antecedentes médicos y examen físico
Si usted presenta cualquier señal o síntoma que pudiera sugerir cáncer
testicular, su médico tomará sus antecedentes médicos completos para
analizar los factores de riesgo y los síntomas. Durante un examen
físico, el médico palpará los testículos para detectar inflamación o
sensibilidad y el tamaño y ubicación de cualquier protuberancia. Además,
el médico examinará detenidamente su abdomen, ganglios linfáticos y
otras partes de su cuerpo en busca de cualquier signo de que el tumor se
propagó. A menudo, los resultados del examen son normales aparte de las
anomalías testiculares.
Ecografía de los testículos
Un ultrasonido (o ecografía) puede ayudar a los médicos a determinar si
una protuberancia es sólida o está llena de líquido. Esta prueba
utiliza ondas sonoras para producir imágenes de los órganos internos. Un
transductor (instrumento en forma de vara)emite las ondas sonoras y
recoge los ecos a medida que rebotan de los órganos. Una computadora
procesa el patrón de ecos para producir una imagen en una pantalla. Los
ecos de la mayoría de los tumores son distintos a los de los tejidos
normales. Estos patrones de ecos también pueden ayudar a distinguir
entre algunos tipos de tumores benignos y malignos.
Análisis de sangre para los marcadores tumorales
Algunas pruebas de sangre pueden ayudar a diagnosticar los tumores
testiculares. Muchos tipos de cáncer de testículo segregan altos niveles
de ciertas proteínas, tales como la alfafetoproteína (alpha-fetoprotein, AFP) o la gonadotropina coriónica humana (human chorionic gonadotropin,
HCG). Cuando estas proteínas (llamadas marcadores tumorales) están en
la sangre, esto sugiere la existencia de un tumor testicular. Un tumor
también puede aumentar los niveles de una enzima llamada lactato
deshidrogenasa (lactate dehydrogenase, LDH). Sin embargo, los niveles de LDH también pueden estar aumentados cuando existen afecciones distintas al cáncer.
Los tumores no seminomas a menudo elevan los niveles de AFP y/o HCG.
Ocasionalmente, los seminomas puros aumentan los niveles de HCG, pero
nunca los niveles de AFP. Por lo tanto cualquier aumento en la AFP
significa que el tumor tiene un componente no seminomatoso. (Los tumores
pueden ser mixtos y tienen áreas de seminoma y no seminoma). Los
niveles altos de lactato deshidrogenasa a menudo son indicativos (pero
no siempre) de que la enfermedad se ha propagado ampliamente. Los
tumores de las células de Leydig y de Sertoli no segregan estas
sustancias. Puede que los niveles de estas proteínas no estén elevados
si el tumor es pequeño.
Cirugía para diagnosticar el cáncer testicular
Si el médico observa un tumor sólido en la ecografía, él o ella
recomendará una cirugía para extirparlo tan pronto como sea posible. El
cirujano tratará de extirpar todo el tumor junto con el testículo y el
cordón espermático. El cordón espermático contiene vasos sanguíneos y
linfáticos que pueden actuar como vías para propagar un cáncer
testicular al resto del cuerpo. Para reducir la probabilidad de que las
células cancerosas se propaguen, se atan estos vasos al principio de la
operación. Esto se logra mejor si la operación se realiza a través de
una incisión (corte) en la parte de la ingle. Esta operación se conoce
como una orquiectomía inguinal radical.
El espécimen completo será
enviado al laboratorio donde un patólogo (un médico especializado en
diagnosticar las enfermedades en el laboratorio) examina el tejido con
un microscopio. Si el tumor tiene células cancerosas, el patólogo envía
un informe que describe el tipo y la extensión del cáncer.
Radiografía de tórax
Es una radiografía sencilla de su tórax que puede realizarse en un
centro ambulatorio. Esta prueba se realiza para ver si su cáncer se ha
propagado a sus pulmones o ganglios linfáticos en el área central del
pecho conocida como mediastino. Si el resultado de la radiografía es normal, probablemente no tiene cáncer en los pulmones.
Tomografía computarizada
Este tipo de pruebas son útiles para clasificar por etapas el cáncer. Pueden ayudar a indicar si su cáncer se ha propagado hacia los ganglios linfáticos, los pulmones, el hígado u otros órganos.
Imágenes por resonancia magnética
Las Resonancias Magnéticas son particularmente útiles para examinar el cerebro y la médula espinal.
Linfangiograma
Debido a los avances en otros estudios por imágenes, los linfangiogramas se realizan actualmente en raras ocasiones. La mayoría de los médicos prefiere las tomografías computarizadas en vez de los linfangiogramas.
Las tomografías computarizadas se utilizan para examinar los ganglios linfáticos con más frecuencia que los linfangiogramas. Sin embargo, la técnica se usa a veces para los pacientes que tienen tumores no seminomas en sus etapas iniciales y que están bajo observación para determinar si hay señales de que el cáncer se ha propagado antes de administrar más quimioterapia o radiación.
Tomografía por emisión de positrones
Este estudio puede ser útil para localizar pequeños grupos de células cancerosas. Algunas veces resulta útil para detectar el agrandamiento de los ganglios linfáticos que permanecen tras la quimioterapia. Una tomografía PET puede ayudar al médico a determinar si se trata de tejido por cicatriz o por un tumor activo. A menudo, la PET es combinada con una CT. Esto ayuda a determinar si las anomalías observadas en la CT son cancerosas o se trata de algo diferente.